EL
PAPEL DEL DOCENTE
El papel del profesor es
fundamental en la aplicación de los juegos desde la interpretación del juego como
una necesidad del alumnado contribuyendo a su desarrollo (el juego libre), a la
aplicación metodológica de los juegos o la invención de nuevos juegos.
La función de un buen docente es
la de estimular a su alumnado en la realización de las actividades que se
propongan. Estimular para motivar, esa debe ser su función y estrategia para
conseguir los objetivos deseados. Sin embargo, no es fácil mantener esta
estimulación y se puede caer en la rutina y en la repetición. Por tanto, el
docente debe ser un gran observador e investigador en su desarrollo profesional,
tener inquietud por mejorar en sus planteamientos y compartir con otros
profesionales las propuestas que exponga a su grupo clase.
La
acción del docente en los juegos debe ir encaminada a:
·
Potenciar
las máximas capacidades del alumnado.
·
Ser
tolerante y paciente.
·
Aprovechar
para dar refuerzos positivos, estimular y dar apoyos.
·
Cuando
sea posible participar e integrarse en el desarrollo del juego.
·
Estar
atento en la aplicación de las reglas.
·
Procurar
que el alumnado se aficione por los juegos para consolidarlos y practicarlos en
su tiempo libre y de esta forma contribuir en los hábitos y prácticas
saludables.
·
Tener
preparados los juegos de antemano y no dejar nada en manos de la improvisación.
·
Aprovechar
las distintas oportunidades educativas que ofrecen los juegos.
·
Favorecer
la integración y la atención a la diversidad.
A
la hora de seleccionar el juego debe tener en cuenta una serie de requisitos:
·
Valorar
la implicación didáctica.
·
La
adaptación del juego a las características psicoevolutivas del alumnado.•
·
El
empleo de materiales adecuados y no peligrosos.
·
El
número de participantes en el juego.
·
La
organización del juego, el espacio, la climatología, el tiempo del que dispone
para la práctica, el estudio del grupo- clase, etc.
El
juego:
Su relación con los Temas Transversales y la atención a la diversidad.
Otro elemento importante a tener
en cuenta es la de la relación con los temas transversales. La Educación para
la paz, para la salud, la moral y cívica, para el ocio, son temas que pueden potenciarse
a través de las propuestas lúdico-recreativas, ya sea de forma continua o a
través de jornadas o semanas concretas en el centro educativo. Además se puede
ver reforzado con la mayor participación de la comunidad educativa, ya sea de
los padres-madres o a través de organismos público-privados que puedan aportar
experiencias a todo el alumnado.
A través de la educación para la
paz y el juego podemos mejorar la cooperación, la atención a la diversidad, la
ayuda; la Coeducación puede ayudar en la eliminación de estereotipos; la
educación para la salud y el juego, mejora los hábitos de higiene y salud; la
educación moral y cívica, en el reconocimiento y aceptación de normas y reglas
de convivencia; la educación para el ocio y el juego, para entender mejor que
hay tiempo para divertirse y para realizar las obligaciones personales.
La atención a la diversidad, es
un elemento que preocupa al profesorado y a toda la comunidad educativa. La
metodología será la que posibilite un tratamiento adecuado a la atención a la
diversidad.
La diferenciación de niveles
dentro del juego, intensidades, ritmos, explicaciones didácticas visuales y auditivas,
tratamiento más específico para alumnado con necesidades específicas de apoyo
educativo y todas aquellas propuestas metodológicas y de adaptación que
propongamos en nuestros juegos beneficiarán la integración del alumnado menos
dotado.
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