En la actualidad muchos docentes
mantienen el uso de rutinas en sus prácticas educativas que llevan a muchos de
sus educandos al aburrimiento y cansancio, con expresiones manifestadas como: “¿Maestra
otra vez…? o …esto es muy aburrido”, “Quiero hacer algo más divertido”, lo que
origina un desencanto en el niño o niña, perdiéndose el norte de la jornada planificada
y provocando en el docente molestia y hasta frustración.
Desde
este enfoque interpretativo, la observación participativa y los argumentos de
los docentes son una herramienta para emprender el trabajo empírico. Generando
propuestas capaces de permitir espacios, complementar visiones, unificar
criterios, haciendo reflexiones desde el quehacer práctico y desde concepciones
teóricas que permitirán un acercamiento hacia la coherencia y articulación de
la teoría y la práctica que justifiquen el sentir, el pensar y el hacer docente
en nuestras jornadas diarias o en el trabajo concreto en la escuela.
Sistematizar
experiencias, nos lleva a la organización de vivencias que expuestas a través de
una jornada divertida que provoque en los educandos interés en el contenido presentado,
por tal motivo en esta oportunidad me es grato compartir con ustedes una de las
tantas estrategias didácticas planteadas como parte de un inicio de jornada, en
donde de forma divertida y utilizando una herramienta tan poderosa como es la
música, se repasa la lectura de sílabas
para luego formar palabras.
La
estrategia presentada es una canción basada en el uso variable de las sílabas
con las que el docente puede trabajar para afianzar la lectura a través de una
forma amena, su nombre es EL SILABACANTO.
Se
puede utilizar cualquier tono musical que el docente considere adecuado para la
letra propuesta en este blog.
En
mi caso particular utilizo tres tonos a saber: D (re mayor) – A7 (la séptima) –
G (sol mayor).
Espero
que les sea de utilidad y puedan implementarlo en alguna de sus jornadas.
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